Hacer a mis padres testigos presenciales de mi movilidad social descendente me da cierta satisfacción. Y qué mejor oportunidad para hacer gala de ella que la búsqueda de propiedades en algunos barrios de la ciudad autónoma de Buenos Aires. El desfile por departamentos en donde sus ocupantes se solidarizan con mi causa y deciden quedarse mirando televisión con sus 20 hijos dispersos por el departamente haciendo quilombo parece un montaje perfecto para hacerle ver a mi padre en la miseria que me veré obligado a vivir a resultas de mi escaso capital. Todo reforzado por frases mías, que salen desde un dolor inconmensurable, del tipo "para esto es para lo que me alcanza". Mi Madre no deja de señalar que aquella es una zona intrusada, producto de la fallida autopista AU-3, y que quien sabe en que estado esté el dominio de aquellos inmuebles. Yo casi que no puedo controlar mi propia sonrisa un poco nerviosa cuando el tipo de la inmobiliaria recalca que los 30 pesos de expensas incluyen la iluminación de los pasillos. Todo ello resulta en que rápidamente mi Padre con esa cualidad tan suya de encontrar soluciones satisfactorias y acordes a su punto de vista para todo lo que se plantea desde puntos de vista diferentes, encara hacia una zona más "razonable" y encuentra un salvador "Tizado Vende - Estamos Atendiendo" en un edificio a estrenar por más del doble de lo que yo estaba preparado a gastar. Y es a través de esa empleada de inmobiliaria que está de guardia y que con simpatía campechana nos muestra un depto que realmente está muy bueno, que él hace su Statement de cómo debería vivir yo. Sin necesidad de decir palabra, él me lo deja en claro. Y yo termino revirtiendo toda la situación a mi favor y consiguiendo más financiación para mis proyectos. De eso se trata. La dinámica que se pone en juego sería algo así como la reedición de lo que hace 100 años Florencio Sanchez llamaba
"M'hijo el dotor" y que hoy en día yo podría titular "
Mi Padre el Doctor", bien dicho y sin comerme ninguna "c", fenómeno digno de ser estudiado con mayor profundidad, cosa que excede el propósito de este trabajo.