o casi, desde el martes, me agarró una angina, que nunca supe bien qué es, y placas, que tampoco supe jamás qué son. como que nunca he tenido el conocimiento popular de las típicas enfermedades caseras. sigo sin entender a qué se refiere la gente que constantemente se queja que tal comida le "da acidez", ¿que significa eso?, no se. Me quedé en la cama todos estos días no haciendo mucho más que mirar tele por que hasta leer me daba paja. Y descubrí un par de cosas interesantes en la grilla de programación.
Un hallazgo digno de culto en los mediodías de america es "Machos". Es un programa chileno cuya trama no logré cazar del todo pero que tiene un par de características rariiiiisimas. Me sorprendió como pueden ser tan distintos estos tipos del otro lado de la cordillera. Primero el casting, o los parámetros de belleza son muy diferentes a los que maneja la tele nuestra. Las minas son realmente feas, hasta las que supuestamente son "deseables" por los personajes masculinos son todas gorditas treintanieras que aca estarían, con suerte, pegando alguna publicidad de pastas para hacer de mamá jóven. Los tipos, que supuestamente son todos hermanos y son como 10, son todos feos, menos uno que casualmente ahora está en doble vida aca. No se, me sorprende por que tienen gente que aca ni se la podría castear para tele simplemente por no ser "televisiva", o en otras palabras por que la gente de la tele siempre es más linda que la gente de la calle. Y aquello de que se puede hacer tv/cine/publicidad con "gente real" es una gran mentira. Otra incógnita de Machos es el doblaje, evidentemente están doblados por un intento de castellano neutro, pero que está hecho por dobladores que aunque se esfuerzan (no con demasiado éxito) en tapar la tonadita chilena, reproducen los típicos dichos chilenos onda: "super..." o "a tiro". Lo que hace que todo mezclado sea algo casi intolerable.
Otra que mereció mi atención fue Floricienta, que me cautivó con su historia de amor, por un conde que se hacía pasar por un plomero uruguayo pero que después le confesaba que en realidad era de cuna rica y no era un tipo simple como ella había creido. En realidad creo que me cautivó el conde pero ese es otro tema. Eso sí, todos en este programa, (como en casi toda la tele local, noticieros incluídos) están un par de decibeles más arriba de lo justo, es como que habría que ir uno por uno y decirles: "un poquitín más chiquito, sí?"
Las noticias tienen muucho aire pero muy mal programado (habría que hacer un canal de noticias solamente pero de aire, ¿quien se prende?), y por tomar solo uno de los noticieros voy a comentarles un fenómeno que me ocurre con Telenoche en particular que me resulta muy molesto. Los títulos con los que "bautizan" a las noticias litaralmente me duelen. No sé qué consultora de audiencia les dijo que la gente que mira el noticiero es tonta o border, evidentemente se lo compraron, por que al momento de idear títulos están pensando en ellos y sienten la necesidad de ponerle nombres "vulgares" a todo aquello que tenga un nobre formal. Como las plantas, que para que el vulgo las conozca se les ponen nombres tipo "alegría del hogar" o cosas así. Entonces se empeñan en cosas como "¿Y ahora quién lo para?" para describir el hecho de que resulta dificil evitar que el dólar deje de bajar. Hagan la prueba, escuchen al comienzo del noticiero todos los títulos leídos por el locutor (cuya voz también es intolerable) y se sentirán realmente unos idiotas.
Y para terminar con un poco más de color (creo que lo que le falta a mi blog son imágenes para hacerlo más agradable a la vista):
Gente que me agradó ver en la pantalla ultimamente:
Louis Garrel en
The Dreamers de Bernardo Bertolucci
Nicolás Mateo en
Nadar Solo y Historias de sexo de gente común
Jazmin Stuart en
La Semilla y Historias de Sexo... y otros