arty

I'm an importer/exporter.

Wednesday, July 13, 2005

 

anecdotario futbolístico

Parece que escribo mis posts de forma muy similar, sí puede ser. La realidad es que empiezo pensando en cosas que me suceden en la cotidianeidad y siempre me conecto con algo del pasado o algo nada que ver. Me suele suceder. Y para no defraudar a quienes ya se han acostumbrado a este realismo mágico tan mío voy a hacerlo de vuelta. Tengo dos historias para contar, una del presente que me remite a otra del pasado. Para cambiar la estructura narrativa y ver qué sucede voy a comenzar con el pasado. Sería el año 1992, y yo era un flaquito que hace poco se había comprado sus primeros CD's de su vida, Legend de Bob Marley y Filosofía Barata y Zapatos de Goma de Charly García. Me acuerdo que costaban 18 pesos cada uno en un musimundo de cabildo ahora transformado en bazar vende tutti, detalle mercantilista. Lo más loco es que si ahora pienso un poco estos dos cds que fueron literalmente los primeros álbumes que tuve en ese formato misterioso para la época (por lo menos para mi que hacía poco me había comprado, aún en vinilo INXS Kick y New York City 2 que incluía el hit "ole, ole la ola"), bien podrían definir mis gustos musicales hasta el día de la fecha. Yo tendría 12 o 13 años, me da fiaca sacar la cuenta, pero digamos que era un época a la que indudablemente le correspondería una fuerte dosis de rebeldía adolescente, pero que en mi caso esta es una asignatura a la cual por varias razones a veces pienso que estuve ausente casi hasta quedarme libre. Sin embargo algo en lo que sí me desempeñaba con bastante soltura, ya desde aquella época, era en eso de hacerme un poco el villero por momentos. Digamos que nunca hice demasiado caso al tema de no ir para ciertas zonas de la ciudad, o de no andar por la calle a ciertas horas. Nunca sentí miedo en ese sentido por suerte, y reconozco que siempre fui uno de los que más turismo urbano hizo de entre mis amigos. La prueba está en que muchas veces sirvo de referente para ubicar en el mapa mental aquellos barrios de apellido compuesto cuyo primer nombre es "villa". Digamos que siempre me ha gustado investigar un poco que hay más allá del territorio que bordea la avenida del libertador. Fiel a este sentimiento, y mezclado con una cierta admiración por los programas que hacía mi hermano mayor, y la diversión que involucraba para mi hacer cosas con gente más grande, fue que por aquella época me empecé a interesar por el fútbol. No demasiado por el deporte en sí, al cual siempre le tuve cierta aversión y eso será motivo seguramente de futuros posts, sino del espectáculo, de ir a la cancha, ritual que me parecía apasionante por el descontrol que involucraba. Tenía amigos fanáticos de River que iban a la cancha pero preferían hacer uso de la cómoda platea que les facilitaba su condición de socio. Mi caso era diferente, mi interés de ir a los partidos existía pura y exclusivamente si se me aseguraba que iba a ir a la popular. Solo en ese caso me parecía que valía la pena. De más grande, con otros amigos, seguí yendo pero la innovación era que iba a los partidos en Rosario o lejos de Capital, cuando el programa involucrara el viaje, el chupi, y todo ese folklore, eso era lo que me resultaba atrayente. Pero volviendo a la historia más antigua, una tarde de domingo cuando mi hermano se juntó con sus amigos en casa (que eran como una especie de ídolos para mi), dado que por vivir en Belgrano, mi casa siempre fue la base de operaciones para estos programas futboleros, yo me convencí de que tenía que ir con ellos a ver ese partido.

La cita era en Ferro, en caballito. El partido tenía ciertos condimentos interesantes que hacían de la tentación casi irresistible. Final de campeonato, boca juega contra san martín, river contra argentinos, los dos grandes tienen chances de ser campeones de acuerdo a la aritmética que llevaba Aldo Proietto, se define todo esa fecha. Asi que mi pedido de autorización a mis viejos fue un trámite al que no se pudieron negar, claro que la condición sin ecuanón era que mi hermano, 3 años mayor que yo debía cuidarme y protegerme de los bárbaros que suelen asistir a estos espectáculos deportivos en argentina. Partimos entonces, yo con un poco de miedito claro, pero con mucha adrenalina. Tomamos un colectivo, un subte, otro colectivo, un quilombo, lo que no me puedo olvidar es como todos estos viajes estaban plagados de hinchas que se apoderaban del cada medio de transporte al que nos subíamos y lo transformaban en algo así como los trencitos de las fiestas de egresados en donde todos van cantando y golpeando los techos, lindos nenes. En unos 10 segundos, un poco por cagaso a la represalia, otro poco por diversión, ya me había aprendido todas las canciones que cantaban estos fanáticos que te arengaban con tanta insistencia a que cantes que resultaba verdaderamente coercitivo. Ya en la cancha tuve un par de momentos históricos como por ejemplo ver por primera vez a alguien fumándose un porro, pero lo que realmente quedó como indeleble en mi memoria fue lo que vino después. El partido era complicado por lo que estaba en juego y como siempre empezó a haber un poco de quilombo, nosotros estábamos en la tribuna visitante, que tiene un diseño muy "moderno", de tablones. Con lo cual a medida que el quilombo en la puerta, por que los borrachos del tablón querían hacer su ingreso, aumentaba, en la tribuna las cosas tampoco estaban muy tranquilas. Me acuerdo de ver personajes realmente exóticos, y de tener que esconderme luego de haber tirado un petardo hacia arriba que por mi falta de pericia cayó unos pocos metros más adelante cerca de uno que empezó a gritar enfurecido, ¡al trapo noooo!!, y buscaba al ejecutor de tal torpeza con una mirada no muy tranquilizadora. Los disturbios se hacían más patentes, detonaciones de balas de goma y otras yerbas, y yo veía a la policía montada que literalmente embestía a los tipos que estaban esperando para entrar con sus caballos. Las cosas estaban un poco complicadas asi que nuestro grupito de valientes niños bien, disfrazados con las topper hechas mierda y remeras publicitarias de algún verano llenas de agujeros, pero niños bien al fin, se empezó a preocupar un poquito. Y entonces vino el caos. Los tablones que hacían de gradas, empezaron a filtrar un olor muy raro, para mi totalmente desconocido, mezcla de olor a tierra y cemento, no se, como muy áspero. El olor se hizo cada vez más denso, eran gases lacrimógenos, no tardé demasiado en darme cuenta de eso. Lo primero que se me pasó por la cabeza, un poco por imitar lo que hacían los demás, fue ponerme la remera tapándome la nariz y la boca, pero enseguida comprobé que era un estilo que quedaba muy bien por la tele en las manifestaciones, pero que no servía para un carajo.... era terrible, la verdad que muchas veces había escuchado en los noticieros el término "gas lacrimógeno" asociado generalmente con manifestaciones, huelgas o disturbios, y siempre había pensado que era una especie de humo inofensivo que a lo sumo te desorientaba un poco por no poder ver claramente, como una niebla. Nada más alejado de la realidad. El gas ese del orto te hacía mierda, pero mierda en serio. Mi hermano en un gesto de cuidado e invadido por el gran sentido común que lo caracteriza, me dijo que me agarre de la presilla de su jean y que no me suelte por nada del mundo. Yo creí que me moría, posta, en mi humilde conocimiento de lo que era el sufrimiento a esa edad, eso era lo peor que me había pasado, realmente me ahogaba y no podía respirar, se me hizo una pelota de aire en la garganta que literalmente no dejaba entrar más oxígeno. Y obviamente que no vi más nada, todos corriendo para todos lados, a mi hermano lo perdí de vista, y terminé escapando para los costados de la tribuna. Pasó, un tiempo. Empecé a recuperar la vista, aunque los ojos me dolían terriblemente como si tuviera la conjuntivitis más aguda que pudiera existir, y empecé, de a poco, a respirar normalmente. Increíblemente entre el tumulto lo encontré a Nicolás, mi hermano. Buscamos un poco más al resto del grupo pero fue inútil. Decidimos que lo más sensato era colarnos en la platea para evitar otro mal rato, asi que trepamos por unos caños y fuimos a parar a la platea en donde la cosa estaba más tranquila. Lo que siguió fue ver un primer tiempo totalmente estresados por lo que les pudiera haber pasado al resto de los chicos que habíamos perdido de vista, y luego huir rápidamente del estadio luego de la suspensión del partido, por el rumor que decía que la hinchada de boca estaba yendo hacia ahí para enfrentar a los de river. Ya era de noche, y corrimos por la avenida avellaneda con Nicolás hasta tomar un bondi que nos llevase a casa. Con mi hermano, debo decirlo, nunca fuimos realmente “buddies”, es decir nunca compartimos como amigos las cosas que nos fueron pasando, digamos que nuestra relación podría tildarse de fría o distante para aquellos que la mirasen de afuera. La realidad es que, a nuestra manera, nos queremos mucho, y esa noche siempre va a quedar atesorada en nuestra memoria en común como el día en que vivimos una re aventura juntos y nos cuidamos el uno al otro.
Claro que al llegar a casa mis viejos estaban infartados con las noticias que habían tenido a través de la radio o la tele de lo que había pasado en la cancha, y nuestra llegada sanos y salvos, ya entrada la noche fue una alivio impresionante. Para colmo uno de los amigos de mi hermano, Luisca, había vuelto a mi casa hacía varias horas para buscar su auto que había dejado en casa, sin ninguna noticia sobre nosotros, y con un par de heridas que le sangraban, no siendo esta la imagen ideal para una madre preocupada. Ambos hermanos redujimos un poco el tono de lo acontecido para no ver menoscabadas nuestras futuras libertades, y aseguramos que en ningún momento nos habíamos separado el uno del otro y que en realidad no había pasado nada demasiado grave (se decía que la policía había matado a un bebé...), y que estaba todo bien. No fue poca la sorpresa de mi vieja al enterarse el martes que nuestra defensa no podía sostenerse demasiado ante la reproducción fotográfica de los hechos que hacía la revista el gráfico, (otrora publicación semanal de culto de Nicolás , luego opacada por los periódicos deportivos). Bajo el título de "El fútbol no merecía este bochorno" se nos podía ver a mi hermano y los tres amigos en la foto escapando de los gases entre algunos nenes que seguramente no eran la idea que mis viejos tenían de “buenas compañías”. Lo más interesante es que el documento muestra, sin admitir prueba en contrario, que yo había quedado en realidad a bastantes metros de distancia de mi hermano, lo cual refutaba nuestra versión oficial.

Ayer vino mi hermano a casa y me ayudó a encontrar aquel gráfico, yo hubiera tardado un año en encontrarlo entre la pila de ejemplares, pero él me dice, "lo reconozco por la tapa", y a los 2 minutos lo tiene entre sus manos, no hay duda de que el fanático sigue intacto detrás de ese saco y esa corbata. Acá lo reproduzco como testimonio histórico de una época. (no perderse el insulto "boca caca" que me parece de lo más refinado en materia de rivalidad futbolística).

aquí la nota (click to enlarge):




aquí el detalle (click to enlarge):


Comments:
Uffff.

Mis primeros dos cds fueron:
The best of Donna Summer
y
New York New York de sinatra.

seguido inmediatamente por Vol I y II de Harry Belafonte's Gratest Hits.
 
La experiencia de villerearse es un punto cúlmine para la vida de cualquier persona. Lo realmente border termina siendo una expresión artística en todo sentido: cumbia de cámara, culto a los equipos deportivos de imitación, vino en tetra brick y el máximo nivel de morochaje posible.

Cumbia nena! Trash!
 
Muy copado el anecdota repa, la verdad q nunca me lo hubiese imaginado. Un flash "conocer" facetas tuyas q si me lo hubiese contado un tercero, hubiese dicho: nah, no jodas.

PD: Bloguea el viaje a pinamar. Creo q hay material de sobra.
 
pajaro, sin duda Mirta y Osvlado merecen tener su blog!! y los lectores merecen conocer la historia de esta pareja que tiene un fiat 128, matea todo el viaje a mar del plata, quiere que la nena se case con un novio de auto importado, y sueña con conocer norteamérica.
 
jua. genial.
al ppio no había hecho suficiente scroll y me quedé viendo la primera foto por 10 minutos pensando cuál carajo será, qué pajero, le hubiera puesto unas flechitas o algo-
 
Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]





<< Home

Archives

June 2005   July 2005   August 2005   September 2005   October 2005   November 2005   December 2005   January 2006   February 2006   March 2006   April 2006   May 2006   June 2006   July 2006   August 2006   September 2006   October 2006   November 2006   December 2006   February 2007   March 2007   June 2007   July 2007   August 2007   September 2007   October 2007   November 2007   January 2008   February 2008   March 2008   April 2008   September 2008   September 2009  

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Subscribe to Posts [Atom]