Ayer lloré, y cómo. No me acuerdo cuando había sido la última vez que había llorado, ni idea. (sin contar en películas claro!). Pero ayer lloré y lloré por alguien, eso es lo más raro. Será que el terapeuta se equivocó cuando me tildó de inafectivo. Será que él no sabía todo el afecto que tengo por quien se encuentra tan lejos. Que se yo, es grasa eso no?. Ví unas fotos, me bajé unas cuantas cervezas con un muy buen amigo, y me sentí de vuelta vivendo algo que extrañaba. Y con eso vinieron más recuerdos de cuanto me gustaba amar, pero amar de la manera mas descarnizada y extrema amar hasta gritar que daría mi vida entera por vos. Las fotos me hicieron muy mal, la birra potenció todo. Y al casamiento pacato o paquete al que estaba invitado lo debí dejar para otro momento. No hubiera quedado muy bien caer con todos los ojos rojos. No creo que las señoritas se hubiesen fijado en mí.